Descripción
Muchas personas sienten temor al ofrecer huesos de pollo a sus perros. Contrario a la creencia popular, los huesos crudos de pollo y conejo son opciones seguras para alimentar a los perros, mientras que los cocidos representan un riesgo. Es importante comprender que nunca se deben proporcionar huesos cocidos a tus mascotas.
Estos huesos crudos no solo fortalecen la mandíbula y los dientes del perro, sino que también promueven una buena salud bucal, previniendo la acumulación de sarro.